¡El inolvidable sabor de las empanadas de Bachita, mi abuela es una de las cosas que más añoro en estos días! En este tiempo de aislamiento obligatorio me he dado cuenta que ella ha influenciado mucho en mi manera de cocinar, que -en la mayoría de recetas que preparo- está presente, pero ésta guarda especial significación.
Cuando era niño -recuerdo como si fuera ayer- Bachita me daba la masa y el relleno… pero solo para cerrar las empanadas; algo que siempre me llamó la atención era porqué mis empanadas no se inflaban y por qué no eran tan ricas como las que ella amasaba. Ahora siento y entiendo que la energía y el amor se transmiten cuando uno prepara los alimentos.
A pesar que mi abuela hacía otra receta -que ya les enseñaré- debes tomar en cuenta tres factores para que tus empanadas sean las mejores: 1. un buen queso fresco 2. la masa debe ser muy elástica y 3. el aceite debe estar a temperatura alta, pero -no tanto- para que no se queme; justamente para evitar que eso suceda, coloca dentro del aceite una bola de masa para que esté ahí constantemente friéndose.
Aprovecha este tiempo y disfruta esta receta con tu familia. Necesitas lo siguiente:
- 4 tazas de harina
- 2 cucharadas de azúcar
- 1 cucharadita de sal
- 1 cucharadita de polvo de hornear
- 1 ½ tazas de agua tibia
- 1 clara de huevo a ¾
- 1 cucharada de mantequilla a temperatura ambiente
- c/n queso fresco criollito o el famoso queso de cocina
- c/n de azúcar blanca para espolvorear sobre la empanada
- ½ litro de aceite neutro
Coloca la harina con el azúcar, la sal, el polvo de hornear y el agua tibia, mezcla hasta formar un bollo o una bola grande; adiciona la clara montada y la mantequilla, amasa muy bien hasta que la masa se separe de tus manos y de la mesa. No agregues más harina lo único que necesita la masa es que se la trabaje y luego dejarla reposar por 20 minutos.
Separa la masa en bolas de 30 g aproximadamente; con la ayuda de un bolillo estira lo más fino posible, coloca el queso fresco en la mitad -no mucha cantidad para que no bote agua y no dañe la empanada- cierra y fríe a temperatura alta.
Cuando entra la empanada al aceite debes bañarla con esta grasa para que se infle muy bien, de esto dependerá si queda grande o muy flaquita; repite el proceso hasta que se acabe la masa y espolvorea azúcar. Puedes acompañarla con un buen morocho de dulce o con una colada morada como lo hacen en Ambato.
¡ Frescas y deliciosas!